Hay una sensación especial que solo los cazadores conocen. El frío que muerde en una mañana de octubre. El silencio del bosque cuando la niebla se disipa y el sol comienza a aparecer. El ladrido del perro señalando, o el momento tenso cuando escuchas un crujido entre los arbustos.
Para algunos, la caza significa comida en la mesa. Para otros es la experiencia de la naturaleza, la compañía o la adrenalina. Para la mayoría es una combinación. Pero todos los cazadores comparten algo: un profundo respeto por la naturaleza, y por las herramientas que utilizan.
Y ninguna herramienta es tan importante como el cuchillo de caza.